Un término que ha acompañado a los seres humanos desde sus inicios pero que en los últimos años está tomando mucha más presencia en todos los aspectos de nuestra vida.
Una de las principales virtudes del ser humano ha sido siempre la adaptación a cualquier tipo de medio, aunque seguramente hace unos años atrás esta adaptación era mucho más paulatina y no requería de tanta flexibilidad. Estábamos convencidos que las estructuras de la sociedad (a nivel social, a nivel económico…) apuntaban hacia una dimensión medianamente predecible, y que los cambios estructurales requerían cierto tiempo. En esos tiempos las marcas podían establecer estrategias muy enfocadas al largo plazo, sin tener la necesidad continua de reinventarse.
Hoy en día esto ha dejado de ser válido. La sociedad está cambiando de forma tan rápida que es muy difícil predecir lo que puede llegar a pasar en los próximos 5 años o incluso en menos. Algunos de los acontecimientos recientes así lo ponen de manifiesto. La pandemia, por ejemplo, ha cambiado muchos aspectos de nuestras vidas en cuestión de 2 años. Así lo afirma el estudio “Anticipando la nueva normalidad” (llevado a cabo por Punto de Fuga en colaboración con la red ARTIS), donde nos indican que el 86% de las personas a nivel mundial afirman que “la pandemia supondrá un cambio para siempre en sus vidas”. Aspectos como: pasar más tiempo en familia, el teletrabajo, la compra de alimentación online, el delivery, el comercio de cercanía… son algunos aspectos que parecen que han venido para quedarse y que hace cuestión de 2 años no estaban muy presentes en la mente del consumidor.
En relación a todo esto me viene a la cabeza la siguiente frase que nos comentaba hace ya algunos años el famoso Historiador Yuval Noah Harari; “El cambio será la única constante”. Y es exactamente este punto en el que creo que debemos enfocar nuestros esfuerzos; en el cambio. Estar preparados para el continuo cambio es la única herramienta que tenemos como sociedad de cara al futuro.
Y en este sentido se hace imprescindible para las marcas el estar bien preparadas para esa reinvención continua con tal de poder ofrecer productos y/o servicios enfocados a las realidades cambiantes de los consumidores.
¿Serán las marcas capaces de afrontar el reto de ser más “líquidas” con el propósito de conectar adecuadamente con sociedades cada vez más “líquidas”?
Carlos Claver
Account Manager