Netflix se lanzó en España el 20 de octubre de 2015 bajo el escepticismo de muchos que veían impensable que los españoles pagaran por contenidos a los que actualmente accedían de forma gratuita… ¡y sin ofrecer fútbol!
“En todos los países en los que hemos entrado, ha descendido la piratería un 30%”. Reed Hastings.
Es cierto que aún no ha alcanzado las cifras de venta de otros países, pero dado el alto crecimiento de la categoría, la entrada de nuevos players y las repercusiones para su competencia, merece la pena ver qué es lo que está atrayendo a sus usuarios.
Detectamos 3 valores clave que hacen que el usuario esté dispuesto a pagar por su servicio:
1. SENCILLEZ que a su vez transmite rentabilidad.
Mientras las operadoras apuestan por ofrecer muchos canales, Netflix ofrece uno y con tan solo 3 tipos de contenido: series, documentales y películas
- Por el lado del usuario es óptimo: es fácil de usar y no se vuelve loco buscando contenidos entre distintos canales
- Pero además, el acceder a todos los contenidos desde una misma pantalla, consigue que perciban rentabilidad “pago, pero por algo que utilizo ¡y mucho!”
2. PERSONALIZACIÓN: distintas opciones de precio y pagas por un producto que de entrada es personalizable, y que cuanto más utilizas, más se ajusta a ti.
Distintas opciones de precio/ usuarios, creación perfiles de usuario, elección de contenido, elección de audio y subtítulos, sugerencias basadas en tus visualizaciones, elección de pantalla, posibilidad de descarga…
Adaptación máxima a tus necesidades, apetencias, gustos y circunstancias, con esfuerzo 0
3. LIBERTAD: pagas… pero sólo hasta que cambies de idea.
La relación ya se inicia desde la transparencia: pruebas, y si no te gusta, no hay compromisos. Y si decides quedarte, puedes cambiar de idea cuando quieras, algo muy relevante a la hora de decidir la contratación y también de percibir el precio:
- Las permanencias hacen que entremos en las matemáticas, no se piensa en la cifra mensual sino en el total mínimo que hay que pagar obligatoriamente.
- Eliminándolas se percibe inmediatamente un precio inferior. Se quedan con la cifra pequeña y están más predispuestos a la contratación.
Y tú, ¿ya sabes cuáles son los valores que aportan valor a tu precio?
Eva Zárate / David Martín