¿Corte viral o jugada maestra? El fenómeno Alcaraz y la fuerza del marketing contemporáneo

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El tenis siempre ha tenido espacio para la anécdota, pero no es frecuente que un corte de pelo haga tanto ruido como el que ha rodeado a Carlos Alcaraz en el US Open 2025. Si te gusta algo del mundo del deporte, no tienes porque ser un gran fan del tenis, seguro que has escuchado o visto el nuevo corte de pelo del murciano cuando saltó a la pista con la cabeza completamente rapada y un look llamativo (total Nike con colores fucsia), desatando una oleada de comentarios en redes, titulares en la prensa deportiva y decenas de comparaciones con futbolistas icónicos como Ronaldo Nazário o David Beckham.

Esta transformación ha sido tan notoria que pronto surgió la pregunta: ¿simple gracia casual o auténtica operación de marketing? La primera vez que se vio a Alcaraz con este look fue entrenando con la última colección de Nike —también inspirada en Ronaldo—. Muchos han especulado con la posibilidad de que el corte fuera una pieza más de la estrategia de Nike para lanzar nuevos productos y elevar el posicionamiento de Alcaraz como icono de moda y deporte. Llevando no solo la camiseta recreada de Ronaldo Nazario, sino también un corte de pelo que nos llevaba a la época dorada del ex futbolista.

Sin embargo, ante la avalancha mediática, el propio Alcaraz ha explicado que se trata, supuestamente, de un despiste doméstico: su hermano le cortó el pelo de más, y la única solución fue raparlo al cero. En palabras del tenista: “Simplemente, sentía que mi pelo estaba muy largo, así que tenía muchas ganas de cortármelo antes de empezar el torneo. De repente, mi hermano tuvo un malentendido con la máquina… Así que no puedo hacer nada más en este momento. Es lo que es. Además, creo que fui más rápido”.

¿Y entonces? ¿Casualidad benigna o campaña perfectamente orquestada?
Tal vez nunca lo sepamos. Lo que sí es evidente es la potencia de los nuevos códigos del marketing: lo espontáneo y lo planificado se entrelazan en un fenómeno que rebasa lo puramente estético para convertirse en conversación global. Nike ha sabido capitalizar el revuelo —ya sea previsto o aprovechado sobre la marcha—, alimentando la narrativa de “Alcaraz como icono generacional”, vistiendo al español con una equipación exclusiva y reservando para él los colores y modelos que pronto buscarán miles de aficionados.

En el fondo, poco importa si fue la campanada de un hermano o la genialidad de un equipo de branding: la atención está lograda, la conversación fluye, y cientos de jóvenes se preguntan si ese corte tan radical les hará jugar como uno de los mejores del mundo. Vivimos un tiempo en que lo viral, lo icónico y lo aparentemente accidental son materia prima de lo experiencial, una estrategia en sí misma; y la “revolución de las marcas” demuestra que ya no hay fronteras claras entre lo planeado y lo espontáneo.

Quizá el verdadero éxito del marketing actual sea justo eso: hacernos dudar. Porque, en la ambigüedad, está la capacidad de movilizar el deseo y convertir lo anecdótico en tendencia.

Paula Pascual (Research Manager)

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