Vivimos una era en la que las marcas ya no compiten solo por vender productos, sino por conquistar momentos, emociones y experiencias. El consumidor actual, saturado de opciones y estímulos, exige algo más que calidad y precio (aunque estas no se pueden olvidar por incluir algo diferencial): busca relevancia, conexión y, sobre todo, vivir algo memorable. Las marcas que entienden esta nueva lógica están revolucionando los límites del marketing y el retail, yendo un paso más allá de lo esperado.
De la transacción a la experiencia: los nuevos territorios de marca
En los últimos años, se han detectado varias tendencias disruptivas que están redefiniendo la relación marca-consumidor:
- Shoppertainment: La compra se convierte en espectáculo y entretenimiento. Ya no solo se trata de adquirir, sino de disfrutar el proceso, inspirarse, descubrir y compartir.
- Micro-rituales: Las marcas buscan integrarse en pequeños momentos cotidianos, generando hábitos y vínculos emocionales que fidelizan mucho más allá de la simple transacción.
- Phygital inverso: Las marcas digitales dan el salto al mundo físico, creando experiencias tangibles, efímeras o permanentes, para reforzar el sentido de comunidad y pertenencia. Pero sin desligarse de la parte digital y la inmediatez que esto proporciona a sus consumidores, se trata de una sinergia para capitalizar cada momento desde un enfoque único e inmersivo, que conquiste al consumidore y consiga hacerle sentirse único y especial.
Zara Travel Mode: el viaje como experiencia de marca
Un ejemplo brillante de esta revolución es la reciente iniciativa de Zara: The New Travel Mode Summer 2025. Lejos de limitarse a facilitar la compra de ropa en cualquier parte del mundo, Zara ha entendido que el viaje es mucho más que desplazarse: es una oportunidad para vivir, descubrir y compartir.
¿Qué hace diferente a Zara Travel Mode?
- Conexión con el momento y la necesidad: Permite comprar desde la app y recibir el pedido directamente en el hotel, resolviendo una necesidad real e inmediata del viajero moderno.
- Aura experiencial: No es solo una función logística; Zara crea guías de viaje virtuales, recomienda cafés, galerías y lugares de moda, convirtiéndose en un “compañero de viaje” que inspira y acompaña.
- Dimensión social y emocional: La posibilidad de enviar postales digitales como souvenirs añade un componente de storytelling y conexión con los seres queridos, integrando la marca en los micro-rituales del viaje.
¿Por qué esto es relevante para las marcas?
Zara no solo vende ropa, sino que busca posicionarse como facilitador de experiencias, creador de comunidad y generador de recuerdos. Este enfoque responde las tendencias anteriores desde:
- Shoppertainment: El proceso de compra se convierte en parte del viaje, en una experiencia que apetece compartir.
- Micro-rituales: Desde elegir el outfit para un evento inesperado hasta enviar una postal digital, Zara se integra en los pequeños grandes momentos del consumidor.
- Phygital inverso: Aunque la experiencia nace en lo digital, se materializa en el mundo físico (el hotel, la ciudad, el evento), cerrando el círculo entre ambos mundos.
Airbnb: vivir como un local, más allá del alojamiento
Otro caso emblemático es Airbnb. Con su campaña “Live There”, Airbnb dejó de ser solo una plataforma de alojamiento para convertirse en facilitador de experiencias auténticas. La marca invita a los viajeros a sumergirse en la cultura local, descubriendo cafés, mercados y rincones únicos recomendados por anfitriones y la comunidad. Además, fomenta la creación y el intercambio de contenido propio, haciendo que el usuario no solo viaje, sino que viva y comparta su experiencia, integrando la marca en los recuerdos y relatos personales.
Estos ejemplos demuestran que el producto o servicio es solo el punto de partida. El verdadero valor está en acompañar al consumidor en su día a día, anticiparse a sus necesidades y sorprenderle con experiencias que trascienden lo funcional. Zara o Airbnb integran shoppertainment, micro-rituales y phygital inverso en su propuesta, logrando fidelizar y diferenciarse en un mercado saturado.
La revolución de las marcas pasa por entender que el producto es solo el principio. El verdadero valor está en acompañar al consumidor en su día a día, anticiparse a sus necesidades y sorprenderle con experiencias que trascienden lo funcional. Estos son solo ejemplos del principio de una tendencia imparable: marcas que no solo venden, sino que inspiran, conectan y acompañan.
¿Y quién sabe? Quizá dentro de unos meses veamos a Decathlon creando micro-retos deportivos urbanos, donde los usuarios reciben notificaciones con desafíos diarios en parques o plazas cercanas a su tienda habitual y pueden escanear códigos QR para desbloquear premios y compartir sus logros en una red social de deportistas locales.
Aquí hay una infinitud de posibilidades, pero ¿está tu marca preparada para dar este salto? ¿Habéis investigado distintas vías y cómo encajarían dentro de tu comunidad de clientes? ¿Crees que hay un mercado por explotar y analizar?
Paula Pascual (Research Manager)