El premio Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024 obtenido la semana pasada por Carolina Marín o el reciente Balón de Oro otorgado a Aitana Bonmatí sigue la estela de logros del deporte femenino español de los últimos años. Aunque la polémica en torno al Balón de Oro masculino ha acaparado gran parte de la atención, el triunfo de Aitana ha logrado compartir espacio en las portadas y ser parte de la conversación global, algo impensable hace solo siete años, cuando el balón de oro femenino ni existía -aunque el masculino lleva presente desde 1958-. Estos reconocimientos no solo celebran su talento, sino que reflejan un cambio cultural en la forma en que percibimos y valoramos el deporte femenino.
Y es justo esto lo que más capta mi atención y creo que muestra el cambio de paradigma social que estamos presenciando en estos últimos años. La creciente cobertura mediática y la presencia de mujeres deportistas en programas de entretenimiento en prime time han transformado la percepción del deporte femenino, acercándolo a las nuevas generaciones. Deportistas como Paula Leitón, Carolina Marín, Ana Peleteiro y Almudena Cid no solo destacan o han hecho historia en sus disciplinas, sino que también se han convertido en figuras influyentes en la cultura popular. Con sus apariciones en podcasts y programas como La Resistencia -ahora La Revuelta-, estas mujeres muestran la diversidad y fortaleza de las atletas, contribuyendo a que el deporte femenino gane visibilidad y reconocimiento. Y estemos más cerca, cómo bien decía Aitana el pasado 28 de octubre al recoger por segunda vez consecutiva su Balón de Oro, de que las niñas actuales tengan referentes femeninos en el fútbol.
Deportistas que van más allá del futbol, con distintas disciplinas que van haciendo su hueco en el mundo del deporte y sobrepasan este escalón, llegando a ser figuras mediáticas, rompiendo barreras y alcanzando logros impresionantes. Cada victoria no solo es un triunfo personal, sino un paso hacia un futuro donde el talento y el esfuerzo de las mujeres son celebrados y valorados.
La visibilidad que están logrando estas deportistas va más allá del deporte; están redefiniendo lo que significa ser una atleta y una influencia en el mundo actual. Su impacto en los medios y en la sociedad está creando un efecto dominó que empodera a nuevas generaciones a seguir sus pasos y soñar en grande.
El deporte femenino está en plena ascensión, y su influencia es innegable. Es hora de celebrar y apoyar el talento de las mujeres en el deporte, porque su éxito no solo enriquece el mundo del deporte, sino que también empodera a toda una generación. Asique sólo me queda felicitar a todas estas mujeres inspiradoras para continuar con el esfuerzo y los logros. ¡Y celebrar este éxito! ¡Extender la enorme enhorabuena a Aitana Bonmatí, a todas las mujeres que han sido y son parte de este viaje! y, en general, a todas las deportistas que luchan por romper barreras y alcanzar sus sueños. Su éxito no solo enriquece el mundo del deporte, sino que también inspira a toda una generación.
¡Sigamos apoyando y celebrando el talento femenino en todas sus formas!
(imagen de portada de Freepik)
Paula Pascual